sábado, enero 02, 2010


Hoy, justo hoy, que me pesan hasta los años que aún no he cumplido, que me duelen las heridas que no llegué a hacerme y que repaso cada decisión de mi vida para descubrir que, quién sabe, tal vez todas ellas fueran la equivocada, hoy, justo hoy, PRECISAMENTE HOY, maldita sea, apareces tú. Entre mi furia y mi desgana veo asomar tu perfecta cara, y tus perfectos ojos me reconocen y me dedicas una perfecta sonrisa y levantas levemente la perfecta mano con la que sostienes la también perecta mano de esa perfecta chica de olor perfecto que me recuerda que hoy, justo hoy, PRECISAMENTE HOY, maldita sea, ni siquiera me he echado colonia. Aminoras el paso, y tu ademán de entablar una breve, cordial y vacía conversación afea aún más mi saludo falsamente disrtaído, mi improvisada prisa por refugiarme en ese centro comercial que odio y maldigo. Y lo que maldigo es a mí por no haber recordado ni un sólo día en estos años que la primera vez que ví Madrid (nunca fui muy rápida haciendo las cosas) fue sobre tu hombro. Por no haber dedicado ni un sólo segundo de mi vida a pensar en que pensaba que qué bien que estuvieras conmigo en esa ciuda tan grande, porque éramos tan pequeños, tan diminutos, tan insignificantes que perdernos sería fácil. Y divertido. Y el momento más importante de mi vida. Porque lo había esperado desde simpre. Porque ya no te miraba desde lejos y pensaba que ojalá, que tal vez, que por qué no, que no, que cómo iba a ser. Porque era. Y de repente supe que no. Y dije que no. Mirando los ojos más perfectos del mundo, dije que no. Y cada día, durante meses tratase de convencerme de que sí. Y de convencerte d que no. Y me reprochabas, y me odiabas, y me insultabas y maldecías. Y me pedías perdón, y una oportunidad, y te arrastrabas y suplicbas. Y decías"me importas" en lugar de "te quiero". Nunca nadie ha hecho tanto por mí. Dios, cómo te odiaba.
Pero sigo estando segura de que aquella, al igal que todas las decisiones de mi vida, fue una absoluta estupidez. Pero hoy, justo hoy, PRECISAMENTE HOY, maldita sea, tengo claro que no me arrepiento de ninguna de ellas. Y me alegro de haberme encontrado contigo hoy, justo hoy, PECISAMENTE HOY, maldita sea, y de que me hayas visto con mi mejor disfraz de derrota. Al fin al cabo te lo debía. Al fin y al cabo, tal vez ya no te importe.
(La foto la he robado del flickr de José M. Azcona, que lo sepa el mundo y me perdone el autor.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow! Merci! J'ai toujours voulu écrire quelque chose dans mon site comme ça. Puis-je prendre une partie de votre post sur mon blog?

El Trocalitro Cósmico dijo...

No.